¿Cómo ayudar a nuestros hijos a entender y enfrentar las nuevas exigencias en la educación?
El mundo actual, marcado por la constante evolución tecnológica, exige una transformación en la educación para preparar a las nuevas generaciones a un futuro incierto. No solo se trata de adquirir conocimientos técnicos, sino también de desarrollar habilidades que les permitan adaptarse a los cambios y desenvolverse con éxito en un entorno cada vez más digitalizado.
En este contexto, el desarrollo de habilidades blandas y de pensamiento crítico se han vuelto fundamentales para los estudiantes tanto en la escuela como en la universidad.
A menos de cumplir un mes desde que empezó el año escolar y en el marco del Día Mundial de la Educación, los expertos nos explican cuáles son los nuevos parámetros en la educación y por qué es importante ponerlos en práctica.
“La labor de la educación es darte competencias para que las uses y se queden contigo toda la vida, no se trata solo de aprender para pasar el examen, sino de darle a los alumnos la oportunidad de querer cambiar el mundo y tener las herramientas para hacerlo”, resalta Jessyca Sampe, gerenta de la División de Educación de Innova Schools
Para la especialista es necesario cambiar nuestro paradigma del significado de la educación, abandonando las viejas concepciones y adoptando en nuestra vida las innovaciones.
“Si nosotros entendemos que el mundo cambió y seguirá cambiando podemos darnos cuenta de que nuestros hijos van a tener que enfrentar retos diferentes a los nuestros para los cuales necesitan otras habilidades”, señala.
Como habilidades principales, destaca:
• El pensamiento crítico: la capacidad de analizar información, evaluar argumentos y tomar decisiones informadas.
• La creatividad e innovación: la habilidad para generar ideas nuevas y originales, y para resolver problemas de forma creativa.
• La comunicación efectiva: que es la capacidad de expresarse de forma clara, concisa y persuasiva, tanto de forma oral como escrita.
• El trabajo en equipo: y la habilidad para colaborar con otros, compartir ideas y trabajar de forma conjunta para alcanzar un objetivo común.
• La resolución de problemas: la capacidad de identificar problemas, analizarlos y encontrar soluciones creativas.
• Y la adaptabilidad: la capacidad de ajustarse a los cambios y aprender nuevas cosas de forma rápida y eficiente.
Pero el énfasis en las habilidades blandas no es exclusivo de los colegios, para el Dr. Alberto Bejarano Heredia, rector de la Universidad Norbert Wiener, existen tres aptitudes claves que deben de tener todos los estudiantes que llegan a la universidad. Se trata de la comunicación efectiva, las competencias digitales y el aprendizaje autónomo
“Un estudiante que llegue con estas capacidades podrá interactuar con solvencia en un mundo cada vez más globalizado y utilizará las herramientas relevantes para su campo de estudio”, explicó.
Las universidades también han tenido que adaptarse a los cambios y a las necesidades de un nuevo mercado laboral. El enfoque ahora se encuentra en desarrollar habilidades prácticas, integrar la tecnología en el aula, promover la flexibilidad, personalizar el aprendizaje y fomentar el espíritu empresarial, y la innovación.
Por eso, para los procesos de ingreso, valoran a los postulantes con habilidades como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y el pensamiento crítico.
“La investigación, por ejemplo, desempeña hoy un papel fundamental en la formación integral en los estudiantes universitarios. El proceso investigativo construye disciplina, desarrolla el pensamiento crítico, promueve la resolución de problemas con soluciones construidas con autonomía”, comenta el Dr. Bejarano.
Es por este motivo que vemos una mayor diversidad en los métodos de ingreso a las universidades. Además del examen de admisión tradicional, muchos centros de estudios ofrecen otras vías de ingreso, como por rendimiento académico, por habilidades especiales, entrevistas personales o por experiencia laboral.
Ambos especialistas destacan que es importante que las instituciones educativas, docentes y familias trabajen en conjunto para trazar estas nuevas líneas de aprendizaje y darles a los alumnos el soporte que necesitan para lograr el éxito personal y profesional.
